Abrí mi cajita de música, en ella encontré miles de recuerdos de la infancia, ese sonido golpeaba mis tímpanos con suavidad, me resultaba agradable.Y es ahí cuando me dí cuenta de que las pequeñas cosas, en realidad son muy grandes.Sentí como si oliese a la brisa del mar, esa sensación de felicidad, de la cual parece tocar con las yemas de los dedos, salí de aquella habitación con una sonrisa de oreja a oreja, estaba confusa, recordé momentos bonitos, no sabía como disimular aquello, que estaba confundida, rota,sin ilusiones...y al recordar eso me dí cuenta de que me había quedado sin amor"
No hay comentarios:
Publicar un comentario